Lidiar con las secuelas de un accidente, especialmente al recuperarse de una lesión grave, puede ser extremadamente angustiante. Más allá del dolor físico y el trauma emocional, está la abrumadora tarea de navegar el proceso de reclamos de seguros.
La mayoría de las personas asumen que sus compañías de seguros actuarán como socios confiables en su recuperación. Lamentablemente, esto no siempre es así. A veces, las aseguradoras priorizan sus ganancias sobre los derechos del asegurado, incurriendo en prácticas que constituyen reclamos de mala fe.
Esta guía exhaustiva profundizará en las complejidades de la mala fe de las aseguradoras en el contexto de lesiones personales, brindándote el conocimiento necesario para proteger tus derechos.
¿Qué Significa un Reclamo de Mala Fe en Lesiones Personales?
En esencia, un reclamo de mala fe surge cuando una compañía de seguros incumple sus obligaciones hacia su asegurado de manera honesta, justa y razonable. Esto no se trata solo de un resultado insatisfactorio o una oferta de acuerdo baja; se trata de una desconsideración deliberada o imprudente de los intereses del asegurado.
Ten en cuenta que las compañías de seguros tienen un deber fundamental de buena fe y trato justo hacia las personas que aseguran. Cuando incumplen este deber, es posible responsabilizarlas por prácticas de seguro de mala fe. Ya sea un reclamo de mala fe de seguro de auto, un reclamo de mala fe de seguro de propietario de vivienda o un reclamo de mala fe de motorista sin seguro, los principios se mantienen.
Es importante saber que este concepto se aplica tanto en los reclamos de primera parte (donde tú, como asegurado, presentas un reclamo contra tu propia aseguradora) como a los reclamos de tercera parte (donde una parte lesionada busca compensación de la aseguradora de otra persona). Aunque los matices legales pueden diferir de un caso a otro, el principio subyacente es que las compañías de seguros deben actuar con equidad.
Ejemplos de Reclamos de Mala Fe en Casos de Lesiones Personales
Aunque los reclamos de mala fe en casos de lesiones personales pueden manifestarse de diversas maneras, es importante distinguir entre una negociación difícil y la verdadera mala fe.
Por ello, existen múltiples ejemplos para tratar de encontrar una revisión verdadera y exhaustiva de cuando estos incumplimientos ocurren:
Retraso Irrazonable en la Investigación o el Pago
Una compañía de seguros podría demorar la investigación de tu reclamo, solicitar una cantidad interminable de papeleo o tardar mucho tiempo en tomar una decisión. Esta puede ser una táctica para agotar a los reclamantes, forzándolos a aceptar un acuerdo más bajo por desesperación. El retraso en el pago de reclamos aprobados también entra en esta categoría.
Hay que tomar en cuenta, que por más que no nos guste aceptarlo a todos, si hay una gran probabilidad de que tu aseguradora busque hacer esto.
Reclamos Denegados
Esta es quizás la forma más directa de seguro de mala fe. Las compañías de seguros podrían denegar reclamos por lesiones personales de mala fe sin una base razonable, ignorando evidencia clara de responsabilidad y daños. Podrían inventar razones dudosas para la denegación o malinterpretar el lenguaje de la póliza.
Ofertas de Acuerdo Ridículamente Bajas
Aunque las ofertas iniciales suelen ser bajas, una oferta de acuerdo absurdamente baja de mala fe va más allá de una negociación agresiva. Esto sucede cuando un proveedor de seguros ofrece un monto de acuerdo que sabe que es sustancialmente menor que el valor real de un reclamo, incluso cuando la evidencia respalda abrumadoramente un monto mayor.
Además, otro factor que puede ayudarte a entender esto, es cuando la aseguradora intenta decirte que, de no aceptar estas consideraciones, no tendrás opción de mejores ofertas en el futuro.
Falla en Investigar Adecuadamente
Las compañías de seguros tienen el deber de realizar una investigación exhaustiva e imparcial de todos los reclamos. Si no logran recopilar evidencia relevante, ignoran los registros médicos o desestiman las declaraciones de testigos sin una revisión adecuada, podría constituir una falla en investigar un reclamo por lesiones personales de mala fe.
Falsa Representación de los Términos de la Póliza de Seguro
Una compañía de seguros podría tergiversar intencionalmente los términos o exclusiones de la póliza para denegar la cobertura o reducir los pagos. En pocas palabras, será un intento por parte de la aseguradora de no cumplir con las propias condiciones que ellos han establecido.
Negativa a Defender o Resolver
En un reclamo de terceros, si alguien presenta un reclamo en tu contra, tu compañía de seguros tiene el deber de defenderte proporcionando representación legal y de llegar a un acuerdo dentro de los límites de la póliza, especialmente si existe una posibilidad razonable de que un fallo exceda esos límites. La negativa a defender los derechos del asegurado o la falta de acuerdo de un reclamo cuando hay una oportunidad de hacerlo, lo que lleva a un fallo excesivo contra alguien que una compañía de seguros ha asegurado, puede ser un claro caso de mala fe.
Tácticas Amenazantes o Coercitivas
Aunque esto no lo escucharás en ninguna aseguradora, muchos usuarios que han estado involucrado en reclamaciones, dicen que, en ocasiones, las pólizas se encargan de usar un lenguaje amenazante para que los usuarios acepten las condiciones que ellos ofrecen.
Pago Insuficiente
Algunas compañías de seguros tienen la costumbre de pagar insuficientemente los reclamos por lesiones personales. Esto lo encontrarás en TODOS LOS CASOS. ¿Cómo blindarse con esto? Con la mayor cantidad de información, registros médicos, fotografías, etc, del hecho que ha ocurrido y como perjudicará tu actividad diaria.
Demanda de Información Excesiva o Innecesaria
Si bien los proveedores de seguros necesitan información, solicitar continuamente documentos irrelevantes o redundantes, o exigir que proporciones información que ya poseen, puede ser una táctica para prolongar el proceso y disuadirte.
¿En verdad actúan de Mala Fe las compañías de seguro?
La principal motivación de las compañías de seguros para actuar de mala fe suele ser financiera. Al retrasar, negar o pagar menos en los reclamos, ahorran dinero.
Es importante entender que las aseguradoras conviven con el dinero de cada uno de quienes pagan sus pólizas, si le tiene que devolver dinero a todas, en el futuro perderán su estabilidad financiera.
Por ello, todas las compañías se encargan de tratar de convencer a terceros de que los pagos deben ser menores. Es un riesgo calculado que algunas compañías asumen, esperando que los reclamantes se rindan o acepten significativamente menos del valor de sus reclamos.
Consecuencias de actuar de Mala fe de parte de las aseguradoras
Las consecuencias de la mala fe por parte de las aseguradoras para los asegurados pueden ser devastadoras. Además de la lesión inicial, las víctimas enfrentan estrés adicional, dificultades financieras y sufrimiento prolongado. Cuando una compañía de seguros retrasa o deniega reclamos legítimos, puede resultar en:
- Incapacidad para pagar tratamientos médicos esenciales.
- Pérdida de ingresos debido a tiempo prolongado fuera del trabajo.
- Acumulación de deudas médicas.
- Angustia emocional y ansiedad debido a la tensión financiera y la sensación de traición por parte de la propia aseguradora.
- Incapacidad para cubrir gastos de vida diarios.
Afortunadamente, la ley ofrece vías de recurso. Si tienen éxito, los daños por reclamos de mala fe en lesiones personales pueden ser significativos. Pueden incluir:
Beneficios de la póliza: El monto total del reclamo original que debiste haber recibido.
Daños consecuenciales: Pérdidas financieras incurridas como resultado directo de la mala fe de una aseguradora, como salarios perdidos debido a un tratamiento retrasado, o intereses sobre facturas médicas impagas.
Angustia emocional: Compensación por la angustia emocional causada por una compañía de seguros.
Honorarios de abogado: En muchas jurisdicciones, si puedes probar mala fe, tu proveedor de seguros podría verse obligado a pagar los honorarios de tu abogado.
Daños punitivos: En caso de que la conducta de una compañía de seguros sea maliciosa, opresiva o fraudulenta, un tribunal puede otorgar daños punitivos. La intención de otorgar estos daños no es compensar a las víctimas, sino castigar a las compañías de seguros y disuadir conductas similares en el futuro.
¿Puedes demandar a una compañía de seguros por actuar de Mala Fe?
Si sospechas que tu compañía de seguros está actuando de mala fe, debes tomar medidas proactivas para proteger tus derechos.
En el caso de que tengas tus sospechas o quieras iniciar una demanda, puedes ejecutar los siguientes procedimientos para blindarte de la mejor forma:
- Documenta todo: Mantén registros meticulosos de todas las comunicaciones con la compañía de seguros. Esto incluye fechas, horas, nombres de los ajustadores, resúmenes de conversaciones, así como copias de todas las cartas, correos electrónicos y formularios enviados o recibidos. Esta documentación puede resultar una evidencia vital si necesitas demandar a tu compañía de seguros por mala fe.
- Comprende tu póliza: Revisa cuidadosamente tu póliza de seguro para comprender tu cobertura, límites y las condiciones bajo las cuales tu proveedor de seguros debe realizar los pagos. Conocer los derechos del asegurado es tu primera línea de defensa.
Sé paciente, pero firme: Si bien los retrasos son comunes, sé consciente de lo que constituye un retraso irrazonable. Haz seguimiento regularmente y siempre hazlo por escrito.
- Reúne toda la evidencia de respaldo: Continúa recolectando todos los registros médicos relevantes, facturas, informes policiales, testimonios de testigos expertos y cualquier otra evidencia que respalde tu reclamo por lesiones personales. Proporciónalos a tu compañía de seguros de inmediato.
- Busca asesoramiento legal de inmediato: El paso más crítico es contratar a un abogado de lesiones personales especializado en mala fe. Esto se debe a que intentar navegar un reclamo de mala fe solo contra una poderosa compañía de seguros es increíblemente desafiante, y lo ideal es que cuentes con la mejor ayuda legal posible a tu lado.
- Envía una carta de demanda: Antes de presentar una demanda, tu abogado generalmente enviará una carta de demanda exhaustiva que describa tu reclamo, la evidencia y un monto de acuerdo razonable. Este paso formal a veces puede hacer que una compañía de seguros reconsidere su postura.
Si experimentas alguna señal de advertencia como retrasos inexplicables, un reclamo personal denegado, una oferta inusualmente baja o la sensación de que tu proveedor de seguros no está actuando de buena fe, es hora de buscar asistencia legal.
En ocasiones, las aseguradoras buscan que la persona se encuentre desesperada para que luego, ante cualquier “movimiento de buena fe”, terminen aceptando las condiciones impuestas por terceros.
¿Por Qué Contratar a un Abogado de Lesiones Personales Especializado en Mala Fe?
Comprender la mala fe en los casos de lesiones personales requiere saber cómo funcionan los diferentes aspectos de la ley. Contratar a un abogado de lesiones personales especializado en mala fe es ideal porque tu abogado puede ayudarte a navegar el proceso con un mínimo esfuerzo de tu parte. Un abogado experimentado puede:
- Evaluar tu caso: Determinar si tu situación realmente constituye un reclamo de mala fe.
- Interpretar leyes complejas: Comprender la definición legal específica de mala fe en lesiones personales en tu jurisdicción y cómo se aplica a tu situación.
- Comunicarse con el proveedor de seguros: Manejar toda la correspondencia y negociaciones, y asegurar la protección de tus derechos.
- Recopilar pruebas: Realizar una investigación, tomar declaraciones a los ajustadores y descubrir documentos internos de la aseguradora que podrían revelar prácticas de mala fe.
- Litigar en tu nombre: Si es necesario, tu abogado presentará una demanda por mala fe y te representará en los tribunales.
- Asesorar sobre el estatuto de limitaciones: Conocer el estatuto de limitaciones aplicable a la mala fe de seguros, que establece el plazo dentro del cual debes presentar una demanda.
- El Panorama General: Protegiendo los Derechos de las Víctimas Lesionadas
La lucha contra las prácticas de seguro de mala fe no se trata solo del reclamo de un individuo; se trata de defender la integridad del ecosistema de seguros y proteger los derechos de las víctimas lesionadas.
Cuando una aseguradora debe cumplir sus obligaciones, no debe hacerlo por actos de buena o mala fe, tiene una responsabilidad legal que le empuja a tener que cumplir por los contratos que ha firmado anteriormente.
Conclusión
Sufrir una lesión personal es lo suficientemente traumático sin la carga adicional de una compañía de seguros que actúa de mala fe. Si bien el mundo de las lesiones personales y las disputas de seguros puede ser complejo, comprender los derechos del asegurado y reconocer las señales de mala fe son herramientas poderosas.
Eso sí, ten en cuenta que no puedes tener una relación hostil en todo momento con la compañía de seguros. Lo que, si te podemos asegurar, es que estas compañías siempre buscarán obtener el máximo beneficio, pero en caso de no hacerlo de la forma correcta, podrás obtener el doble del beneficio que perseguías en un primer momento.